IMPLANTES DENTALES
Un implante es un sustituto artificial de las raíces de los dientes naturales que se coloca en el hueso mandibular o maxilar a fin de crear una base sólida sobre la que se puedan realizar restauraciones de dientes individuales, prótesis parciales o totales, etc..
Los implantes dentarios son especialmente indicados para reemplazar dientes que no se renuevan, para establecer como apoyo a una dentadura completa más segura y confiable, para servir de sostén a un puente fijo eliminando el molesto uso de una dentadura removible y el desgaste de dientes vecinos, para el reemplazo de un solo diente, entre otros motivos.
La finalidad de la prescripción de un implante dental es permitirle a la persona carente de uno o más dientes masticar, hablar y sonreír con normalidad.
No todos los casos permiten la implantación de piezas dentales artificiales. La experiencia clínica y las investigaciones demuestran que para recibir un implante dental es necesario:
1.Que el hueso del maxilar esté sano y tenga el tamaño adecuado,
2.Reducir los factores irritantes (como el tabaco)
3.No sufrir enfermedades debilitantes y no controladas.
4.Tener controlados desórdenes psiquiátricos o emocionales (depresión crónica, etc.)
5.No tomar medicamentos que alteren el metabolismo óseo (bifosfonatos, etc.)
6.Contar con la motivación necesaria para ajustarse al tratamiento,
7.En caso de faltar tejido óseo será factible de efectuarse rellenos o injertos.